Prueba: BMW M235i Gran Coup

Prueba: BMW M235i Gran Coup

Es atractivo, potente, rápido, y su nombre porta la siempre adorada letra M. Pero no te hagas tantas ilusiones: este BMW no es de los que derrapan...

La variopinta gama Serie 2 de BMW tiene un nuevo integrante: se llama Gran Coupé y es una bonita berlina coupé de cuatro puertas que se suma a los Serie 2 coupé, cabrio y monovolumen. Ahora bien, hay que hacer un importante inciso aquí: que formen parte de la misma familia no significa que compartan raíces. Mientras que el próximo Serie 2 Coupé, previsto para 2021, mantendrá su motor longitudinal y su tradicional propulsión trasera –sería un delito no dar continuidad al fascinante M2–, el Serie 2 Gran Coupé está basado en el Serie 1, y por tanto lleva motores colocados en posición transversal y la tracción es delantera.

Hace unos meses, cuando me puse al volante del nuevo Serie 1, dije que para cualquier entusiasta, como tú o como yo, podría ser desilusionante que sucumbiese a la tracción delantera. Había dejado de ser un compacto especial para ser uno más, paradójicamente justo lo contrario a lo que reza su anuncio publicitario de televisión.

Sin embargo, el Serie 1 va francamente bien y, si lo piensas detenidamente, la tracción delantera era un movimiento lógico por parte de BMW, teniendo en cuenta que una parte muy residual de los potenciales clientes del Serie 1 se decidía por este modelo atraído por su propulsión trasera. Aunque nuestro cerebro de petrolhead no pueda entenderlo, al grueso de compradores de un coche como el Serie 1 le es indiferente que el motor vaya conectado a un eje u otro.

Para esos clientes, además, el diseño es un aspecto trascendental. Incluso puede decidir una compra. Y aquí es donde juega el nuevo Serie 2 Gran Coupé. Este modelo, primera berlina que BMW comercializa en Europa por debajo del Serie 3 –en otros mercados existe un Serie 1 Sedán–, mide 4,53 m de largo, lo que son 21 cm más que el Serie 1, ganancia que corresponde en su integridad al voladizo trasero. Y su denominación Gran Coupé no sólo se justifica con la pronunciada caída que presenta el techo en su parte posterior, sino también con las puertas sin marco de ventanilla.

La versión más interesante para nosotros es la M235i, equipada con un motor 2.0 turbo de 306 CV que se asocia a una transmisión Steptronic de ocho velocidades y al sistema de tracción total xDrive de BMW para vehículos de motor transversal. Es decir, el M235i es un tracción delantera con eje trasero conectable, solución que comparte con sus máximos rivales: el Mercedes-AMG CLA 35 y el Audi S3.

Esta versión M235i se distingue por los paragolpes, los faldones, el alerón, las llantas de 18" y la parrilla. Dentro, te sientes como en un M135i... hasta que giras la cabeza hacia atrás. La batalla es idéntica, así que el espacio para las piernas es el mismo. Sin embargo, hay un poco menos de altura debido al diseño de la carrocería. Aun así, no está mal para tratarse de una berlina coupé. Tan sólo el acceso resulta un poco incómodo, puesto que las pequeñas puertas traseras dejan un hueco algo estrecho.

El motor despierta con un petardeo repleto de carácter cuando pulso el botón de arranque, lo que sugiere que la ruta por la parte más occidental de Portugal puede ser interesante. He hecho bastantes kilómetros con el M135i, por lo que sé que ese carácter luego no es tan bravío. Esa experiencia previa me permitirá, además, explorar los límites del M235i desde el primer momento.

Al igual que el M135i, cuenta con una serie de elementos que resultan clave, como el control vectorial de par –frena las ruedas interiores al giro– o el diferencial delantero de deslizamiento limitado. Se le podrá criticar que no emociona como otros BMW M, que no derrapa, que tiene menos carácter, o que no proporciona una experiencia inolvidable –por cierto, debilidades que comparte con sus rivales–. Todo eso es verdad, pero no se puede decir que, al menos sobre el papel, este BMW no vaya bien equipado a nivel dinámico –ver Tecno–.

No hay modo Sport+, pero en Sport y con los controles desconectados la experiencia se vuelve un poquito más entretenida. El motor tiene buen empuje desde unas 2.000 rpm, y aunque no estira con desatada rabia, sí mantiene una contundente curva de par hasta pasadas las 6.000 rpm.

La dirección es más ligera de lo que quisiéramos, pero bastante directa. Y la suspensión, adaptativa en esta unidad, aporta un elevado aplomo en todas las esquinas y un correcto compromiso para un deportivo de todo uso. Frena fuerte descargando de peso el eje trasero, apunta al vértice y da gas en cuanto adquieras la mínima rectitud. La motricidad en los cuatro Pirelli P Zero es adecuada en las curvas de amplio radio, no tanto en las más cerradas. Como decíamos antes, hay un diferencial autoblocante delantero, aunque muy 'suavecito': mantiene las ruedas anteriores en la trayectoria a la vez que facilita un anodino sobreviraje. Llegados a este punto, no debes acelerar más en busca de mayor sobreviraje, porque lo que encontrarás es justo lo contrario.

El problema es que el M235i es rápido pero no apasionante, y eso nunca ha definido a los productos memorables de BMW. De todos modos, me parece mejor compra el M135i, que va igual, tiene mejores plazas traseras y su maletero, aunque algo más pequeño, no es mucho menos aprovechable. Está claro que no tiene tanto estilo como este M235i, pero cuesta 7.000 euros menos, una cantidad difícil de fundamentar en razones estéticas.

Hay muchos crueles detractores de esta 'traición delantera' en la que ha caído BMW. Para mí no es tanto ese el problema sino el quizá no haber hecho un poco más especiales sus versiones deportivas. Me gustó el M135i y hasta me divertí con él en mi primera toma de contacto, aunque he de reconocer que más tarde, acumulando experiencia a sus mandos, fui descubriendo las mismas debilidades que ahora en el M235i. A pesar de todo, ambos me parecen buenos deportivos de todo uso.

El M235i es exactamente lo que esperaba, una compacta berlina coupé que proporciona una experiencia de conducción tan correcta que es terriblemente cercana a la de sus dos máximos rivales. Es rápido, pero en última instancia es un poco 'soso' porque ni transmite sensaciones deportivas ni se siente tan vivo como nos gustaría. BMW lo ha intentado poner a punto dentro de los límites impuestos por una plataforma de tracción delantera, pero no ha ido tan lejos como Mercedes-AMG con el CLA 35. Y, desde luego, le falta el dramatismo, la interacción y el picante que esperas de un BMW que porta una M en su denominación.

Tecno

Un BMW M, aunque sea de la 'subgama' M Performance, sería inconcebible con tracción delantera. Por ello, la marca germana ha dotado a la versión deportiva M235i de su sistema de tracción total xDrive para vehículos de motor transversal, que es exactamente el mismo que el del M135i.

Este sistema se basa en un embrague multidisco capaz de acoplar progresivamente el eje trasero, dotándole de un máximo del 50% del par. El eje delantero, actor principal, dispone de un diferencial de deslizamiento limitado de tipo Torsen. Y todo ello se complementa, de serie, con un dispositivo de control vectorial de par basado en los frenos, suspensión deportiva M –adaptativa si pagas 178 e–, dirección deportiva M, frenos delanteros con discos perforados y pinzas de cuatro pistones, barras estabilizadoras más gruesas y algunos refuerzos estructurales.

Motor 4 cil. en línea, 1.998 cc, turbo

Transmisión Aut. convertidor, 8 vel.

Tracción Total conectable

Potencia 306 CV a 5.000-6.250 rpm

Par 450 Nm de 1.750 a 5.000 rpm

0-100 km/h 4,9 segundos

Vel. máx. 250 km/h -autolimitada-

Peso (EU) 1.570 kg (5,13 kg/CV)

Precio 58.700 euros

Lo mejor: Es un deportivo de todo uso, bonito y fácil de llevar rápido.

Lo peor: Al volante, la experiencia global no es la que esperas de un BMW M.



Fuente: https://www.autofacil.es/bmw/serie2/2019/04/09/prueba-bmw-m235i-gran-coupe/55754.html

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