Todoterreno o pick up: Cul elegir y por qu

Índice
    1. Por confort, mejor un todoterreno... casi siempre
    2. Por prestaciones, mejor un todoterreno
    3. Por maniobrabilidad, mejor un todoterreno
    4. Por capacidades fuera del asfalto, mejor un todoterreno, pero con excepciones
    5. Por seguridad, en general, mejor un todoterreno
    6. Por imperativos legales, mejor un todoterreno
    7. Por capacidad de carga, mejor un pick up
    8. Por dotes aventureras, mejor un pick up
    9. Por sus posibilidades de preparación, mejor un pick up
    10. Por precio, mejor un pick up

Teniendo en cuenta que la oferta de todoterrenos puros es cada vez más limitada, analizamos qué ventajas e inconvenientes supone plantearse un pick up como alternativa.

La oferta de todoterrenos es muy limitada o, más bien, se ha polarizado. Por una parte encontramos una gigantesca oferta de SUV carentes de reductora y de verdaderas capacidades off-road, mientras que por otra los auténticos todoterrenos se han convertido en exóticos artículos de lujo al alcance de muy pocos bolsillos. Salvo honrosas excepciones, es imposible hacerse con un TT de verdad por menos de 40.000 euros, y para acceder a los modelos más emblemáticos como el Jeep Wrangler o el Land Rover Defender, deberemos plantearnos presupuestos de 60.000 euros o superiores.

Todo esto hace que cada vez sea más frecuente contemplar la posibilidad de adquirir un pick up como alternativa a un todoterreno, lo que puede ser una buena idea en algunos casos, pero puede producir importantes decepciones en otros en los que los inconvenientes inherentes a los pick ups tengan un peso superior al de sus ventajas.

Por confort, mejor un todoterreno... casi siempre

En la mayoría de los casos, las suspensiones de los todoterrenos aportan un plus de confort. Los todoterrenos suelen disponer de suspensiones de mayor recorrido y de muelles más elásticos para favorecer la articulación de las ruedas, lograr que se mantengan en contacto con el suelo en las zonas más abruptas y favorecer, así, la motricidad, aparte, por supuesto, de contar con mayor altura libre de la carrocería con respecto al suelo. En el caso de vehículos con muelles neumáticos, como el Land Rover Discovery o el Jeep Grand Cherokee, el confort es incluso superior.

Los pick ups, sin embargo, han de adoptar un compromiso entre esas capacidades todoterreno y una superior capacidad de carga. Mientras que un todoterreno como el Toyota Land Cruiser puede tener una diferencia de 700 kilos entre su masa en orden de marcha y su masa máxima en circulación, en un pick up esa diferencia puede sobrepasar los 1.100 kilos, lo que obliga a trabajar con muelles más rígidos, diferencias importantes de elasticidad entre los muelles delanteros y traseros y, en muchos casos, ballestas como elemento elástico del eje trasero, una solución más económica, que reparte mejor los esfuerzos sobre el chasis pero que, fundamentalmente, no ofrece el nivel de confort de un todoterreno.

Por prestaciones, mejor un todoterreno

Aunque hay honrosas excepciones, como el motor de 210 CV del Ford Ranger e incluso el 2.3 de 190 CV del Nissan NP300 Navara, la normativa de emisiones ha hecho que muchos fabricantes den un paso atrás en este apartado, y las estrellas pick up de la categoría, como los Mercedes X 350d o Volkswagen Amarok V6 han dejado de existir.

Así que si queremos prestaciones realmente buenas, podemos recurrir a todoterrenos de gama alta, como el Jeep Wrangler con motor 2.0 turbo de gasolina y 272 CV, el Land Rover Defender, con motores de hasta 400 CV o, rizando el rizo, el Mercedes Clase G, con una gama que va de los 286 a los 585 CV.

Por maniobrabilidad, mejor un todoterreno

Nuevamente los pick ups salen perdiendo en un apartado del que muchas veces no se es plenamente consciente hasta que tenemos el volante entre las manos. Los actuales pick ups rondan los 5,30 metros, mientras que los todoterrenos normales están entre los 4,75 y los 5,00 metros, e incluso hay opciones más compactas, como las variantes de dos puertas de los Jeep Wrangler y Toyota Land Cruiser, que miden 4,33 y 4,40 metros, respectivamente. Al ser más grandes que cualquier turismo, en entornos urbanos los actuales pick ups acarrean grandes limitaciones a la hora de callejear y de encontrar aparcamiento.

Por capacidades fuera del asfalto, mejor un todoterreno, pero con excepciones

Hasta la llegada del Nissan Navara NP300 AT32 y el Ford Ranger Raptor, no había duda. Las cotas (fundamentalmente batalla larga y amplio voladizo trasero) y las suspensiones menos elásticas suponían una clara desventaja de los pick ups frente a los todoterrenos. Pero tanto el AT32 (orientado a explorar los lugares más recónditos sin que nada le detenga) como el Raptor (un auténtico coche de raids) poseen capacidades muy superiores a la de la media de los TT convencionales.

Eso sí, entre los TT convencionales contamos también con auténticas "preparaciones de fábrica" como los Jeep Wrangler Rubicon, cuyas capacidades fuera del asfalto son abrumadoras. Pero es que, además, en algunos casos no hace falta ningún tipo de modificación. Cualquier Mercedes Clase G, según sale de fábrica, posee unas capacidades off-road extraordinarias.

Por seguridad, en general, mejor un todoterreno

Tras la mencionada desaparición de los Mercedes Clase X y Volkswagen Amarok, la práctica totalidad de los pick ups ofrece sistemas motrices de tracción trasera permanente con tren delantero conectable, mientras que en los todoterrenos convencionales, la tracción total permanente suele ser la norma. Frenos de tambor en el eje trasero y ballestas tampoco ayudan, por no hablar del desequilibrado reparto longitudinal de masas con el vehículo descargado.

No obstante, hablamos de generalizaciones, ya que un Ford Ranger Raptor tiene poco que envidiar en materia de comportamiento a un Toyota Land Cruiser o un Jeep Grand Cherokee.

Por imperativos legales, mejor un todoterreno

Si bien desde mediados de 2017 los pick ups han quedado equiparados a los turismos y, por tanto, a los todoterrenos, en todo lo que respecta a tráfico (límites de velocidad, uso de carriles reversibles, restricciones específicas de circulación o adelantamiento y preferencias de paso en ausencia de señalización), de cara al resto de trámites siguen siendo un camión.

De cara a la Administración, nuestro pick up es un vehículo industrial, y lo será el resto de su vida. Así, pasaremos la primera ITV a los dos años. Cumplidos los seis años, la pasaremos anualmente, y cumplidos los 10 años, acudiremos a la estación de ITV cada seis meses. Es algo que no podremos evitar o cambiar de ninguna manera.

Por capacidad de carga, mejor un pick up

Evidentemente, si se trata únicamente de hacer un trabajo duro, los pick ups no tienen parangón. Hay versiones de cabina sencilla que logran una tonelada y cuarto de capacidad de carga, la mayoría de modelos están homologando capacidades de remolque de 3.500 kilos, y la posibilidad de limpiar la caja de carga de un manguerazo o de exceder puntualmente sus dimensiones con cargas que sobresalgan (convenientemente señalizadas) es imbatible.

Por dotes aventureras, mejor un pick up

Y si quieres viajar a lugares ignotos, la solución más práctica es un pick up con una sencilla célula vivienda en su caja de carga. Hay numerosos modelos cuya fijación es temporal, por lo que se consideran carga, y no es ni siquiera necesario pasar por la ITV. Las posibilidades son enormes, muy superiores a las de un todoterreno "cerrado", por muy amplio que sea.

Por sus posibilidades de preparación, mejor un pick up

Si quieres liarte la manta a la cabeza y preparar un vehículo para uso extremo, el chasis de largueros es altamente recomendable, y todos los pick ups se basan en esta arquitectura. Ahora bien, también hay todoterrenos como el Toyota Land Cruiser, el Jeep Wrangler e incluso el Mercedes Clase G, que disponen de chasis de largueros, un abundante catálogo de accesorios de posventa y son especialmente fáciles de modificar.

Por precio, mejor un pick up

El factor definitivo que puede hacer que acabes por decantarte por un pick up es el precio. Las versiones menos equipadas de los modelos de cabina sencilla cuestan, con IVA, en torno a los 25.000 euros, mientras que el todoterreno más asequible, el SsangYong Rexton, arranca en algo más de 30.000 euros; descartando en ambos casos, por supuesto, las variantes sin tracción total ni reductora.

Así que con todos estos argumentos, parece que los todoterrenos siguen siendo claramente superiores a los pick ups, pero la falta de modelos más asequibles, que sí se encuentran en muchos mercados, hace realmente difícil su compra.

 




Fuente: https://www.autofacil.es/reportajes/2020/05/08/todoterreno-o-pick-up-elegir/56499.html

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